| Déjame despertarte con un beso
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| En la verde mañana que te espera
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| Déjame celebrar la primavera
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| En el divino largo de tu cuerpo
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| Déjame recorrer ese universo
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| Que conozco sin limite o frontera
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| Déjame descansar sobre tu pecho
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| Que calienta mi piel como una hoguera
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| Déjame repasar tus accidentes
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| Detenerme a palpar cada medida
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| Humedecer tus ojos y tu fuente
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| Y penetrar al fondo de tu vida
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| Déjame demostrarte que diez noviembres
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| Purifican el alma y el deseo
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| Que al abrazarte bajo mi cuerpo tiembles
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| Y relajado en paz me duerma luego
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| Déjame al despertar tener la dicha
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| De hablar y compartir nuestros anhelos
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| Y en la verde mañana que termina
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| Volver a repetirte que te quiero
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| Déjame sentirte como siempre amor
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| Y saber que el tiempo no mata esta pasión
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| Sentir que aunque pasa el tiempo
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| Nos amamos
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| Déjame sentirte tuyo
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| Déjame sentirte mía
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| Déjame sentirte como siempre amor
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| Y saber que el tiempo no mata esta pasión
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| Déjame recorrer ese universo
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| Que conozco a perfección
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| Celebrar la primavera
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| Y en la entrega darle rienda suelta a la pasión
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| Déjame sentirte como siempre amor
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| Y saber que el tiempo no mata esta pasión
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| Que el tiempo pasa de prisa, de prisa, de prisa
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| Y lo que me mantiene vivo
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| Y con sentido es tu amor y tu sonrisa
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| Y ahora déjame sentir
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| Déjame sentir amor
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| Déjame sentirte como siempre amor
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| Y saber que el tiempo no mata esta pasión
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| Compartir nuestros anhelos
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| Nuestros sueños, caricias y fantasías
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| Abrirle al amor la puerta igualito al primer día
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| Déjame sentirte como siempre amor
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| Y saber que el tiempo no mata esta pasión |