| Puedo escribir y no disimular
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| Es la ventaja de irse haciendo viejo
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| No tengo nada para impresionar
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| Ni por fuera ni por dentro
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| La noche en vela va cruzando el mar
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| Porque los sueños viajan con el viento
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| Que en mi ventana, sopla en el cristal
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| Mira a ver si estoy despierto
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| Me perdí en un cruce de palabras
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| Me anotaron mal la dirección
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| Ya grabé mi nombre en una bala
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| Ya probé la carne de cañón
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| Ya lo tengo todo controlado
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| Y alguien dijo: «¡¡no-no-no-no-no!!»
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| Que ahora viene el viento de otro lado
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| Déjame el timón
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| Y alguien dijo: «¡¡no-no-no!
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| Lo que me llevará al final
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| Serán mis pasos, no el camino
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| No ves que siempre vas detrás
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| Cuando persigues al destino
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| Siempre es la mano y no el puñal
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| Nunca es lo que pudo haber sido
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| No es porque digas la verdad
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| Es porque nunca me has mentido
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| No voy a sentirme mal
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| Si algo no me sale bien
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| He aprendido a derrapar
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| Y a chocar con la pared
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| Que la vida se nos va
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| Como el humo de ese tren
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| Como un beso en un portal
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| Antes de que cuente diez
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| Y no volveré a sentirme extraño
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| Aunque no me llegue a conocer
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| Y no volveré a quererte tanto
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| Y no volveré a dejarte de querer
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| Dejé de volar, me hundí en el barro
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| Y entre tanto barro me encontré
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| Algo de calor sin tus abrazos
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| Ahora sé que nunca volveré!!! |