| Mercedes se está bañando en las orillas de un río
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| Mis ojos la están mirando, pero es de un amigo mío
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| Yo no quisiera mirarla pero no tengo la culpa
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| Se parece a una esmeralda con flores de chupa chupa
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| Que yo le avise a mi amigo, muy difícil me resulta
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| Yo no quisiera mirarla pero no tengo la culpa
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| Se parece a una esmeralda con flores de chupa chupa
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| Que yo le avise a mi amigo, muy difícil me resulta
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| Allá hay un caimán ceba’o que mide más de una cuadra
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| Con más cachos que un venado y más dientes que 20 babas
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| Ella inocente de todo se baña sin percatarse
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| Que cuando llegue al recodo el caimán puede acercarse
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| Y yo solo en la barranca, y Mercedes sin fijarse
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| Ella inocente de todo se baña sin percatarse
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| Que cuando llegue al recodo el caimán puede acercarse
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| Y yo solo en la barranca, y Mercedes sin fijarse
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| Me voy corriendo a su casa pa que mi amigo lo sepa
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| Le echaré una cantaleta y le digo lo que pasa
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| Que hay un inmenso peligro que corre allí su mujer
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| Que se lo dice un amigo, que algo tenemos que hacer
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| Que vaya pronto a salvarla, y de ñapa voy con el
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| Que hay un inmenso peligro que corre allí su mujer
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| Que se lo dice un amigo, que algo tenemos que hacer
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| Que vaya pronto a salvarla, y de ñapa voy con el
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| Cuando llegamos al pozo la mujer no se veía
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| El caimán patas arriba, dormía de lo más sabroso
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| Le di el pésame en el acto y abrazándolo le digo
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| Eso pasa a cada rato, que son cosas del destino
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| Y que de aquí en adelante
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| Que cuente con un amigo
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| Le di el pésame en el acto y abrazándolo le digo
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| Eso pasa a cada rato, que son cosas del destino
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| Y que de aquí en adelante
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| Que cuente con un amigo |